jueves, 27 de septiembre de 2012

Arquitectura religiosa en Arequipa

La arquitectura religiosa en Arequipa tiene notables ejemplos que la hacen única en la historia de la arquitectura peruana. A continuación algunos elementos constructivos y formales para la identificación de su estilo que se remite sólo a la ciudad. Más adelante incluiremos algunas iglesias rurales de notable factura constructiva.

Iglesia de la Compañía


La iglesia de los jesuitas posee una portada ricamente decorada. El contraste entre los elementos superficiales o planimetricos y los volumétricos  refleja un carácter particular en ésta y otras iglesias de Arequipa. Observamos en la imagen (Fig. 1) como cuatro columnas pareadas sostienen la base de un amplia portada. Las columnas se sostienen sobre pedestales y están decoradas desde su base hasta la tercera parte del fuste. La cornisa se rompe continuamente. Un ambón (parte que sirve para colocar un escultura) se levanta sobre las cornisas a la altura del arco de medio punto y se une a la ventana coral que sirve al mismo tiempo como hornacina. En el segundo cuerpo aparte de lo mencionado destaca los frontones partidos en cuyos lados se levantan pináculos. Remata la portada un frontón con arco trilobulado. En el parte del tímpano se abre un pequeña hornacina con una escultura sobre un ambón más reducido que el anterior. Los muros donde se insertan los elementos mencionados esta ricamente decorados con relieves planos que son una característica de la arquitectura arequipeña, destacando motivos vegetales y florales.
 

Fig. 1

El interior de ésta iglesia conserva la majestuosidad de las iglesias coloniales. Su techo abovedado sigue decorandose con relieves planimétricos cuyas partes centrales se decoran con florones. Se puede observar también que el ingreso de luz a la iglesia se hace por lunetos que se insertan entre el muro y la bóveda. Hacia el fondo observamos un coro alto cuya luz ilumina en interior desde una ventana coral. Los arcos fajones son sostenidos por pilares que llevan columnas empotradas de estilo jónico (Fig. 2).
 

Fig. 2

Al lado de la iglesia, ya dentro del antiguo colegio, podemos apreciar el claustro cuadrangular rodeado por arquerías formados por pilares y arcos de medio punto. Aquí también, como en la portada de la iglesia, se decoró con motivos vegetales y flores, además de otras figuras religiosas. Se puede observar desde aquí la cúpula en el crucero de la iglesia (Fig. 3).  


Fig. 3
 

Iglesia de San Francisco

La Iglesia de la orden franciscana construyó su templo sobre una plataforma donde se accede por medio de escalinatas. Desde este lado puede observarse sus macizos contrafuertes que le dan esa forma volumétrica tan característica y de notable solidez a los templos. La puerta lateral ausente de portada decorativa se elabora con un sencillo arco de medio punto (Fig. 4).


Fig. 4

En el muro de pies de la iglesia se localiza una portada decorativa que rompe la monocromia del sillar tan característica en la llamada "ciudad blanca". La sucesión de pilastras con pedestal termina en un sencillo frontón triangular que se alza sobre una cornisa en su único cuerpo (Fig. 5).


Fig. 5
 
 
En el interior de la iglesia franciscana sobre el presbiterio encontramos uno de los más llamativos retablos de Arequipa. Su conjunto de cuerpos y pisos tienen una forma semicircular siguiendo la forma del ábside de la iglesia. En la hornacina central la imagen de la virgen divide el notable retablo en forma simétrica (Fig. 6). Una idea de como ensambladores, escultores y arquitectos siguen un mismo estilo. 

Fig. 6


Iglesia de San Agustín

 
En la orden de los agustinos somos testigos de los cambios en su aspecto por las que pasaron varias iglesias a causa de terremotos o construcciones inacabadas. Observamos que en esta iglesia sus torres campanarios ya no existen y que una de ellas ha sido reconstruida pero con una falta total de armonía con el conjunto general (Fig. 7).


Fig. 7

La fachada de la iglesia agustina sigue el patrón del llamado "arte mestizo" con una decoración intensa en los planos que se forman entre los elementos arquitectónicos volumétricos como las columnas, cornisas y hornacinas. Las cuatro columnas inferiores se levantan sobre pedestales decorados. En la parte superior dos columnas franquean la hornacina y ventana coral. En ella se observa una concha de venera y un ambón (Fig. 8). Las columnas del segundo nivel, al eliminarse sutilmente las cornisas, dejan a éstas como elementos decorativos sin función aparente.

Fig. 8


Convento de Santa Catalina

El convento de Santa Catalina es el más llamativo de los ejemplos arquitectónicos en su tipo. La conservación de sus elementos y riqueza artística nos da una idea de su importancia en la época colonial de Arequipa. Se ha dicho muchas veces que un convento es como una ciudad dentro de una ciudad. Y este dicho es más notorio en Santa Catalina. La fotografía que observamos (Fig. 9) nos da una idea de lo que decimos. Las calles, casas y la cúpula de la iglesia conservan en la actualidad rasgos de su sentido original.
 

 

 Fig. 9
 
El convento posee varios claustros (patios interiores). En ellas dominan las formas robustas de sus pilares de base cuadrangular, cuyas esquinas han sido biselados. Sobre estas se levantan arcos de medio punto con molduras decorativas. El esquema constructivo no se diferencia mucho de otros claustros en el Perú, sin embargo, hay una predilección por la solidez y la fuerza en la fijación de sus elementos que como ninguna otra cumple el requisito de perdurabiliad constructiva. Mucho de esto se debe al material utilizado típica de Arequipa como es el sillar. Sin embargo, el material por si sólo no explicaría este interés por la arquitectura solida y austera de la arquitectura arequipeña en lo que atañe a sus interiores menos decorados (Fig. 10).



Fig. 10

Iglesia de Santo Domingo


 
 
La iglesia de la orden dominica ha sido por el paso del tiempo alterada en su interior. No es la única, recordemos que lo mismo ocurrió con la iglesia de la orden agustina. Queda, sin embargo, una portada muy elaborada, una torre campanario con elementos modificados y un pedestal en el atrio de la iglesia que la cultura popular de Arequipa ha identificado en una de sus decoraciones como la iglesia más pequeña de la ciudad. La base de la torre original todavía conserva las hornacinas cuyos santos que debieron adornarla han desaparecido. Sobre esta se levanta una torre campanario muy esbelta y ornamentada que se aleja del esquema de las construcciones arequipeñas (Fig. 11)

Fig. 11
 
La portada de dos cuerpos tiene muy marcado su orientación ascendente por el aislamiento a la que están sometidas sus columnas. Esto provocado por el rompimiento de las cornisas tanto el primero como en el segundo cuerpo. Más que en ninguna otra iglesia hacen falta sus santos en las hornacinas vacías que originalmente debieron cargar mayor masa y volumen para la correcta armonía del conjunto. Llama la atención del bloque pedestal en la entrada de la iglesia cuya función desconocemos (Fig. 12). 

Fig. 12

 
El pedestal que soporta la imagen del ángel y que al mismo tiempo marca el limite del atrio de la iglesia tiene elementos decorativos adosados. Destacando el relieve de una pequeña iglesia (Fig. 13). Un material como el sillar ha tenido que protegerse del medio ambiente debido a su frágil composición interna. Y es muy probable que se le cubriera con empastes de cal probablemente, y es más, han quedado rastros de pinturas sobre sus paredes. Sin  embargo, hoy no podemos sino acostumbrarnos a esa luz intensa que se refleja sobre sus muros como observamos en esta foto.  

Fig. 13

Iglesia de Yanahuara

 
 
La iglesia de Yanahuara se localiza en uno de los barrios más tradicionales de Arequipa. En ésta destaca su ostentosa portada y su torre campanario (Fig. 14). 

Fig. 14
 

La portada de la iglesia es de dos cuerpos con una sola calle, conserva las esculturas en las tres hornacinas. Los motivos florales que se observan rodean la portada con un efecto pocas veces lograda en otro tipo de arquitectura (Fig. 15). El efecto decorativo indica la libertad creativa a la que pudo llegar el artesano indígena, a pesar de tomar fórmulas de arquitectura europea y siempre vigilado por las órdenes religiosas en la ejecución de los motivos.
 
Fig. 15
 
 
La siguiente imagen (Fig. 16) toma nota de ese despliegue de ejecución minuciosa y capacidad para realzar los elementos arquitectónicos dentro del lenguaje barroco y al mismo tiempo imponerse así mismo una laboriosidad que expresa a través de estas intrincadas formas.  

Fig. 16

 
 
Hasta aquí algunas impresiones y observaciones parciales de la arquitectura arequipeña. Más delante con las debidas confrontaciones documentales y tomando el contexto cultural se podrá hacer extensiva algunas otras aportaciones estilísticas de la importante arquitectura del sur andino.
 
 
Hugo J. Robles Cosco
Historiador del Arte