jueves, 5 de julio de 2012

Arquitectura religiosa en Trujillo

Esbozamos a continuación un descripción arquitectónica de los elementos importados por la colonia y comenzar a relacionarnos con estas formas y su vocabulario que tanta importancia tiene en las construcciones de nuestras ciudades coloniales.

Catedral de Trujillo


La fachada de la Catedral de Trujillo se caracteriza por sus tres puertas como corresponde a las iglesias de este tipo. Un mediano patio (atrio), cercado por muros bajos con balaustrada de madera, se localiza entre la calle y el frontis de la catedral. Las tres puertas decoradas con portadas se alzan majestuosas, imponiendo en la portada central la atracción visual, pues, su estructura y decoración comienza desde la parte baja donde pedestales sostienen columnas pareadas hasta llegar al remate superior cuyo frontón ovalado sostiene una escultura. Las otras dos portadas deben quedar reducidas para no romper la armonía del conjunto, pero sobretodo, para dar paso a los campanarios que equilibran todo el diseño arquitectónico. 


La aglomeración de formas y elementos de la arquitectura provocan en el espectador la sensación de voluptuosidad y fuerza que están concentradas entre el primer y segundo cuerpo de la portada central. En ella observamos como pares de columnas (pareadas) se dirigen hacia afuera pues se encuentran delante de una cornisa que parece empujarlas hacia nosotros en la parte central. Más arriba, un frontón triangular se rompe para dar cabida a una ventana coral de forma ovalada. Es en esta parte donde la aglomeración llega al punto más efervescente: pilastras superpuestas, pináculos de vértices puntiagudos, volutas laterales y cornisas molduradas. Todo este juego formal, no hace sino reconocer un estilo que se impone en diversas portadas trujillanas: el Barroco.



Iglesia de la Compañía


La orden de los jesuitas que tanta importancia tuvo en el arte colonial peruano tiene su exponente arquitectónico en esta edificación. Observamos una portada principal cuyo ingreso se dirige al centro de la nave. Esta portada de un solo cuerpo con remate superior sugiere un barroco típico asumido por la orden religiosa, pero al mismo tiempo, expresa su notable sencillez. Columnas pareadas con capiteles jónicos sobresalen del muro debido a cornisas dobles que empujan los fustes lisos. Esta manera de estructurar los elementos ocurre del mismo modo en el caso de la Catedral pero de forma menos notoria en esta iglesia de los jesuitas. Las columnas sostienen un entablamento cuyo relieve divide el primer cuerpo del remate superior. Este remate se sobrecarga con fonton triangular abierto, pináculos dobles, columnas adosadas, ventana con arco de medio punto y un fronton moldurado. Por lo sobrecargado en tan reducido espacio obligó a que todo este remate se sostenga por un muro de forma trapezoidal que funciona como soporte y fondo. Su forma y diseño resulta sobrecargado si la comparamos con el primer cuerpo de la portada pero su función dentro del diseño general queda justificado, pues acompaña y mantiene el equilibrio del conjunto con la espadaña de cuatro vanos que aparece a su lado derecho.



La espadaña es un campanario sin torre y ésta que vemos en la imagen se confeccionó para cuatro campanas. La espadaña debido a su utilización como soporte de cuerpos metálicos muy pesados, no tiene sólo que rendir cuentas a su función sino también a su estilo. La primera se resuelve colocando gruesas pilastras debajo de cada pilar como podemos ver en la imagen anterior. Sin embargo, el estilo no queda reducido a una forma ornamentada por la función explicita de la espadaña. Todo lo contrario, observamos como la espadaña conjuga notablemente la linea ondulada y quebrada, el relieve y el plano, la forma convexa y cóncava, lo interno y lo externo, de tal manera que indica una solidez y al mismo tiempo una unidad que justifican la función y su estilo.


Los jesuitas como muchas otras ordenes religiosas construyeron iglesias, pero como parte dentro de una estructura mayor denominado convento o abadía. Esta construccion podía tener un sinfín de establecimientos entre varios claustros, biblioteca, celdas, comedor, hospital, sala capitular, bodegas, granjas, etc. Un especie de ciudad dentro de la ciudad de Trujillo. En la siguiente imagen observamos un claustro rodeado por galerías que se forman por arcos de medio punto sostenidos por pilares. La sobriedad del conjunto parece reflejar esa tendencia jesuita.   



Iglesia de Santo Domingo


El constraste evidente que existe entre la portada y la torre de esta iglesia se debe a la forma como los elementos arquitectónicos son utilizados en diferentes partes de una construcción. Esto se debe al hecho que muchas veces la iglesias pasaban por diferentes fases constructivas y evidentemente, había un cambio en los gustos y las modas. La portada por ejemplo es bastante sencilla. Cuatro columnas sostienen una cornisa y en la parte central un arco de medio punto. Más arriba se levanta un frontón de tipo triangular que es roto para dar paso a dos columnas lisas que nuevamente sostienen una cornisa con frontón triangular partido pero de menores dimensiones. En el interior se ha colocado un rosetón. A pesar de estos rompimientos y superposiciones vemos una portada de lineas claras y dos planos muy cargados. La torre, por el contrario, posee un mayor efecto de lineas que se disponen en diversos planos solo apreciado si nos acercamos más a ella.


Esta torre campanario destaca por sus lineas horizontales marcadas por las cornisas que se suceden una tras otra. El volumen no sólo se carga horizontalemente, también hay en la composición una verticalidad apreciable en las cuatro esquinas. En ellas, las pilastras y traspilastras forman ángulos escalonados. Un juego volumétrico que no se detiene allí, pues como vemos se repite en la base de la torre con cornisas bajas. La novedad de esta construcción son las dos cupulinas que se alzan sobre una alargada base rectangular.


El interior de esta iglesia dominica posee un espacio algo pesado. Los pilares gruesos que sostienen los arcos ente la nave principal y las naves laterales crean un efecto de solidez a la estructura del edificio. Hacia el fondo se alza el retablo principal en un espacio denominado presbiterio.


Iglesia de San Agustín


La fachada en la iglesia de los agustinos tiene una serie de elementos arquitectónicos que podemos incluir dentro de este vocabulario arquitectónico colonial en Trujillo. Un ejemplo son las hornacinas que se abren en la base de las torres. El almohadillado (relieves cuadrangulares que se insertan las pilastras de la torre) se suceden uno tras otro en ritmica sucesión vertical. El uso de linternas en la parte superior de las cupulinas de los campanarios. Se observa también una serie de ornamentos incluidos en la portada principal como querubines, rocallas, flameros y escudos que le dan un toque de estilo rococó  al conjunto.



El rococó es un estilo que sigue cronológicamente al barroco pero como sucede tantas veces en el arte colonial peruano, conviven de tal manera que su uso se superponen provocando una serie de complejos estilísticos difícil de dilucidar. En la siguiente imagen observamos algunos elementos que suelen estar relacionados con el estilo rococó: Un flamero (una flama brotando de una ánfora), que se corona en la parte superior del conjunto. A los lados del flamero unas volutas que parecen sostenerse sobre hojas de acanto en los extremos. Debajo de la cornisa curva, una rocalla (plantas y formas onduladas) en la parte superior del pequeño frontón triangular. Del tímpano (interior del frontón) se cuelga una forma de  pétalo. En el centro un escudo nobiliario cuya parte inferior izquierda se destaca una cruz de jerusalén. Estas formas rococó están insertadas de tal forma que le dan un carácter más elegante al conjunto recargado del barroco.



Una vez ingresado al interior del templo se observa un espacio más ligero si la comparamos con el interior de la iglesia de los dominicos. Las pilastras adosadas al muro sostienen arcos fajones para colocar sobre ellas una bóveda de cañón corrido (techumbre semicircular).


 

Iglesia de la Merced


La Iglesia de la orden mercedaria es un templo donde se evidencia la reconstrucción de los edificios en épocas posteriores a la Colonia. Esto ocurre en muchas iglesias de Trujillo, muchas de las cuales estamos describiendo. Se evidencia, por ejemplo, en la fachada principal de esta iglesia una portada barroca de aspecto clásico, pues sus elementos parecen organizarse de tal forma que no ofrecen ese juego volumétrico tan característica entre las fachadas barrocas típicas. Los cuatro pedestales sobresalen del muro para sostener unas columnas empotradas que parecen hundir la fachada al interior. El arco de medio punto en el centro se decora con dovelas. Más arriba, las cornisas vuelven a sacar esta portada hacia adelante, para volver a hundirse con tres hornacinas, de las cuales la del centro esta colocada la imagen de la virgen de la Merced. Hasta aquí la pintura blanca ha roto la unidad de la portada, pues todo debería estar del color de la piedra natural que continua con dos frontones circulares a los extremos sobre las hornacinas laterales y el frontón triangular sobre la hornacina de la Virgen. Más arriba se abre otra hornacina con columnas pareadas a sus lados. Como ya hemos visto en otras iglesias de Trujillo, las espadañas de tres vanos, se decoran con almohadillados labrados. Finalmente, la parte superior se remata con pináculos piramidales. Hay que advertir que estas reconstrucciones y remodelaciones en Trujillo se realizan durante el siglo XX cuando el estilo Neocolonial estaba en boga  inspiraba sus formas que observamos hoy en día.


La hornacina principal, que ubicamos unas lineas más arriba dentro de la portada, puede verse con más claridad en esta imagen donde reconocemos a la Virgen de la Merced, con dos orantes a los lados y dos niños sostenidos por ella. La virgen lleva túnica y el pecho el escudo mercedario. La virgen se sostiene sobre un reducido ambón. Puede notarse aquí los detalles de sutil ornamento que por motivos de espacio no podemos describir en todas la iglesias. Sin embargo, observamos como el friso se decora con triglifos muy gruesos y como las cornisas se dejan sus junturas sin decorar para reconocer pequeñas  lineas blancas de argamasa en todo el conjunto superior.


Como suele suceder con muchas iglesias coloniales, no sólo se ingresa al templo por los pies de la iglesia, sino también por puertas laterales. Muchas de ellas que dan a la calle se decoran con portadas. En este caso la portada lateral de la iglesia de la Merced remata en la parte superior del retablo con un arco partido que da paso a dos pilastras estriadas que enmarcan una hornacina en donde se coloca la imagen probablemente del santo fundador Santo Domingo. Más arriba se nota el típico escudo mercedario con los colores: rojo y ocre amarillo.




Iglesia de Santa Ana


En la iglesia de santa Ana destaca la importancia que se le da a la portada, pues resalta en anchura sobre las otras estructuras, como por ejemplo, con las dos torres. Esta portada tiene como es común en las iglesias que hemos visto, sus pedestales que soportan columnas pareadas que sostienen un frontón triangular partido. Cuatro hornacinas se abren entre las columnas del primer cuerpo. En la parte superior el frontón partido se levantas tres pináculos ascendentes a cada lado y en la parte central una ventana coral con una columna conmemorativa soportantado la estatua probablemente de la santa madre de María. El esquema de su portada se repite con leves diferencias decorativas en la portada de San Agustín.


Los campanarios de las torres de la Iglesia de santa Ana son muy diferentes a los campanarios que hemos estado describiendo, unas con cupulinas y otras con espadañas, ésta que vemos presenta una techumbre de tipo cónico achaflonado denominado chapitel. Las pilastras destacan por su tamaño ya que las torres, de dimensiones modestas, las hacen ver mas juntas y compactas.


La portada secundaria es de un solo cuerpo con pilastras almohadilladas y frontón triangular partido. El arco de medio punto esta dividido por dovelas decorativas (las dovelas eran bloques de piedra independiente que se juntaban para formar el arco). La dovela central recibe el nombre de clave y en la imagen aparece de pintado de blanco proyectandose hacia arriba de forma decorativa hasta la cornisa del frontón. Una ventana en la parte superior se ha formado por un derrame del muro.


Iglesia de Belén


En la siguiente imagen vemos la Iglesia de Belén que destaca por su fachada con torres y portada. El atrio de la iglesia se encuentra tanto en la fachada principal como en la entrada secundaria. La cúpula ubicada en el crucero de la iglesia se decora con una linterna de tipo esférico, recordando formas orientales. Sobre las torres se colocan techumbres cónicas achaflanadas con pináculos en sus cuatro lados. La unidad estilística de este conjunto se ha mantenido a excepción en su cúpula.


La portada de dos cuerpos tiene columnas pareadas (dos) de estilo corintio por la decoración de hojas de acanto que lleva en el capitel (parte decorativa de una columna). En el frontón triangular se inserta una hornacina en forma de venera donde se representa un belén o nacimiento. El segundo cuerpo de la portada destacan pilastras y una ventana coral de forma ovalada decorada con almohadillados.



La torre esbelta se decora con pináculos en sus cuatro lados y con cornisas superpuestas que le dan una mayor mobilidad y juego a la estructura. Se techa con un forma cónica achaflanada del mismo tipo chapitel que observamos en Santa Ana. La armonía que se logra en toda la iglesia se ve favorecido por sus formas tanto superiores como inferiores. Desde los pináculos del atrio,pasando por los de la portada y finalizando en sus torres.


Iglesia del Carmen


La iglesia del Carmen, una de las significativas de Trujillo, presenta atrio y escalera principal. Su portada  es de dos cuerpos y una entrada de arco de medio punto con columnas pareadas. El segundo cuerpo se forma por dos cornisas partidas unidas por pilastras que se han convertido en estípites (ornamentación de pilastras muy volumétricas). Se puede observar como los campanarios se han reducido con respecto a las torres y al alargamiento de la fachada. Una hornacina central nos muestra a la imagen principal de todo el templo.


Al interior de la Iglesia de Carmen en la parte del crucero observamos una cúpula de media naranja con oculo en la parte central. Esta cúpula es sostenido por cuatro arcos. Las cuatro esquinas que se forman en la cúpula se denominan pechinas. Estas pechinas han sido decoradas con pintura mural.


Desde la nave de la iglesia puede observarse una techumbre abovedada con arcos fajones debajo de ella. En la parte superior de la puerta principal se levanta un coro alto tapado con celosías (maderas entrecruzadas en forma de tejido). Se observa un arco escarzano en la parte superior del sotocoro (parte baja del coro). Al lado izquierdo un balcón abierto con balaustrada y en la parte superior a  la altura de las ventanas otros balcones con balaustradas decorativas.


Iglesia de San Francisco


La Iglesia de San Francisco lleva portada con dos cuerpos o pisos. El primer piso un arco de medio punto que se inserta en el interior de un diseño formado por pilastras pareadas y entablamento (elemento horizontal formado por cornisas y frisos). El segundo piso se levanta con un frontón partido cuyos lados rematan con pináculos dobles. Entre ellos se alza una ventana que repite el esquema general del primer piso pero reduciendo los tamaños. Finalmente termina el remate con una pequeña hornacina  con un esquema igualmente reducido de pilastras y frontón, pero esta vez completo. A su lado se levanta una torre campanario.



La torre de san Francisco es de base octogonal y con pilastras en las aristas creando un juego de entrantes y salientes del tipo barroco, se refuerza la idea con hornacinas que se abren entre los vanos de la torre. Terminan con pináculos y balaustrada de madera. A diferencia de otras torre, ésta de aquí, rompe los esquemas comunes introduciendo una torre palaciega.



El interior de san Francisco repite las formas que hemos visto en otros interiores eclesiásticos. En la nave se levantan pilastras que sostienen los arcos fajones que soportan la bóveda de cañón corrido. Entre los arcos fajones se insertan oculos superiores para el ingreso de la luz. Hacia el fondo podemos osbservar un retablo mayor de dos cuerpos probablemente dedicado al santo fundador San Francisco de Asís.



La Iglesia de Santa Rosa


Finalizamos estas descripciones arquitectónicas con esta pequeña iglesia, evidentemente muy reconstruida, con pequeño atrio rodeado por muros perimetrales y balaustradas de madera. La fachada principal destaca por un sencilla portada con pilastras y arco de medio punto. Sobre ella una cornisa de frontón partido cuyo centro destaca un pináculo que se proyecta hasta la ventana coral ovalada decorada con almohadillado. Toda la iglesia se remata con una gran arco acornisado y decorado con balaustrada (maderas talladas a modo de baranda). Sus pequeñas torres de cuatro vanos se rematan con cupulinas.  



Las iglesias de este tipo pueden considerase capillas o parroquias. Lugares donde se santificaba un milagro o, en algunos casos, se veneraba alguna deidad prehispanica pasa sustituirla por fe cristiana. Esto se puede notar por la cruz latina que se levanta al lado de la iglesia (puede haberse tratado de un cruz de camino). Este tipo de iglesias menores solían ser de una sola nave cubiertas por techo de bóveda como puede observarse en esta iglesia.


Esta descripción preliminar servirá de base a conclusiones estilísticas posteriores, ordenamiento cronológico basado en documentos y, finalmente, en algunas interpretaciones sobre el carácter de las iglesias trujillanas.

Hugo J. Robles Cosco
Historiador del Arte